Al igual que los vehículos de combustión, el consumo (y, en consecuencia, la autonomía) de un vehículo eléctrico variará en función del uso y la orografía de la carretera. Si el uso es 100 % urbano, la autonomía tras una carga del 100 % será mayor, ya que se recupera mucha energía al frenar. Por otro lado, si el uso es 100 % en carretera, la autonomía será menor, ya que los vehículos eléctricos consumen más energía a velocidades más altas. Esta autonomía también puede variar dependiendo del uso de sistemas periféricos que consuman energía eléctrica (climatización, asientos calefactables, etc.) y el equipamiento opcional (llantas de aleación, neumáticos, etc.) Para más información, puedes acceder a la página de electrificación CUPRA o utilizar nuestra calculadora CUPRA